¿Qué son los hilos tensores y cómo funcionan?
Con el transcurso de los años, se hace evidente la pérdida de elasticidad de la piel, manifestándose a través de la disminución de colágeno y elastina en el tejido epidérmico.
En nuestra Consulta de Medicina Estética en Zaragoza, reconocemos que este proceso puede afectar la confianza y el bienestar de nuestros pacientes. Es por eso que nos dedicamos a ofrecer soluciones efectivas, seguras y mínimamente invasivas para rejuvenecer tu rostro.
Uno de los tratamientos destacados en nuestra consulta son los hilos tensores, cuya técnica es realizada por el Doctor Jesús Chicon, referente internacional en este tratamiento. ¿Desconoces qué son o cómo es el procedimiento? Te lo contamos.
¿Qué son los hilos tensores?
Los hilos tensores son una vanguardista técnica de rejuvenecimiento facial que ha ganado notable popularidad en la medicina estética. Estos hilos, comúnmente fabricados con polidioxanona (PDO), material biocompatible y completamente seguro, son reabsorbibles por el cuerpo, lo que significa que se descomponen y eliminan de manera natural con el tiempo.
También conocidos como hilos mágicos faciales o hilos japoneses, estos filamentos, del grosor de un cabello, son altamente biocompatibles y se han destacado por su eficacia en diversas aplicaciones médicas.
Existen tres tipos de hilos tensores según su morfología y composición:
- Hilos espiculados o dentados: Su forma aserrada les proporciona un mayor agarre a la dermis, siendo la opción ideal para tratar áreas con mayor flacidez, como las mejillas, la mandíbula o el cuello.
- Hilos tensores multifilamento: Confeccionados con varias hebras, estos hilos permiten obtener un efecto de relleno armónico y natural, siendo comúnmente utilizados en tratamientos antiarrugas.
- Hilos tensores monofilamento: Formados por una sola hebra, son los más finos y se emplean principalmente para corregir la flacidez en la papada y afinar el óvalo de la mandíbula.
¿Cómo actúan en el rostro y qué beneficios proporcionan?
Los hilos tensores actúan de manera efectiva en el rostro al proporcionar un rejuvenecimiento sin cirugía tensando y recolocando la piel que ha perdido firmeza debido al paso del tiempo.
La acción de los hilos tensores no solo se limita a la superficie, sino que también trabaja en las capas más profundas de la piel. La polidioxanona estimula la producción natural de elastina y colágeno alrededor de las hebras insertadas, lo que resulta en un efecto de lifting facial no quirúrgico. Este proceso ayuda a reducir la flacidez, restaurando la firmeza y elasticidad de la piel. Como resultado, la piel se vuelve más suave, luminosa y visiblemente rejuvenecida.
El sistema inmunológico responde a los hilos tensores reconociéndolos como cuerpos extraños, desencadenando una reacción inflamatoria no tóxica e inofensiva. Este mecanismo de defensa propicia la formación de colágeno y estimula el riego sanguíneo, contribuyendo a mejorar la textura y apariencia de la piel. El tratamiento con hilos tensores se presenta como una opción especialmente recomendada para hombres y mujeres que buscan revertir los signos del envejecimiento cutáneo.
¿Cómo se colocan los hilos tensores?
El tratamiento con hilos tensores implica la introducción dérmica de los hilos mediante una aguja fina, retirándola después para dejar los hilos en la posición deseada. La cantidad de hebras varía según la extensión de la zona a tratar, siendo determinada durante la evaluación del tratamiento.
Este procedimiento rápido y sencillo, especialmente utilizado en tratamientos faciales, no requiere anclaje ni sutura, y las sesiones suelen durar entre 20 y 30 minutos. No se necesita anestesia o, en algunos casos, se aplica anestesia local mediante crema.
Después del tratamiento, es posible experimentar una leve inflamación y hematomas, que desaparecen en una semana. Se recomienda seguir las indicaciones del médico, como tomar medicación prescrita, aplicar frío, dormir boca arriba y evitar masajear la zona durante los primeros días. También se aconseja evitar la exposición al sol y el realizar ejercicio intenso durante las primeras 24 horas. Aunque los primeros efectos son visibles durante las primeras semanas, el resultado óptimo se alcanza aproximadamente 3 meses después de la implantación de los hilos. A pesar de que el organismo los reabsorbe en 6 a 8 meses, su efecto reafirmante perdura durante 12-18 meses debido a la envoltura de colágeno subcutáneo generada.
El Doctor Jesús Chicon, referente internacional en esta técnica, visita nuestra consulta con asiduidad para realizar hilos tensores en Zaragoza, brindando resultados notables y seguros para aquellos que desean rejuvenecer su rostro.
