¿Por qué es importante exfoliarse la piel del cuerpo?
La piel se renueva de forma natural cada 28 días. Sin embargo, con el paso de los años o debido a un periodo de tensión, fatiga o enfermedad, este proceso de renovación se ralentiza. Si no eliminamos las células muertas, la piel no puede oxigenarse adecuadamente ni absorber humedad y nutrientes y el resultado es una piel apagada.
El proceso de exfoliación asegura la regeneración epidérmica, ya que elimina por completo las células muertas que quedan adheridas en la capa superficial de la piel, dejándola tersa y más permeable. Con la exfoliación, conseguimos aumentar la microcirculación: de esta manera la piel se oxigena mejor y está preparada para absorber los principios activos de las cremas que apliquemos.
¿Cada cuánto tiempo y cómo debo exfoliarme?
La frecuencia con la que realizaremos la exfoliación corporal dependerá de lo sensible que sea nuestra piel, pudiéndola realizar una o dos veces por semana. Recomiendo insistir en zonas de pliegues y en codos y rodillas donde el recambio celular es menor. Hay otras zonas, como escote y senos, donde debemos ser delicados en el masaje para no irritar la piel.
Los exfoliantes recomendados para la piel del cuerpo son de grano más grueso que los que se utilizan para la piel del rostro.
La exfoliación mecánica o scrub se aconseja realizarla en la ducha con la piel levemente humedecida, para aprovechar el vapor del agua, pues ésta prepara los poros y favorece el proceso de exfoliación. Se puede aplicar directamente sobre la piel con la mano o mediante un guante de crin, haciendo masajes circulares ascendentes. También se puede mezclar con el gel habitual y utilizarlos conjuntamente.
Una vez terminado el mensaje hay que aclarar con abundante agua. Una vez seca la piel, es el momento perfecto para aplicar una crema corporal con principios activos que nos aporten hidratación.
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